QUIERO SER LÍDER (SEGUNDA PARTE)
En nuestra anterior entrega hablamos acerca de la escucha activa o autoconciencia interna, como uno de los atributos básicos del líder. En esta oportunidad disertaremos acerca de la autoconciencia externa y la responsabilidad personal.
En una oportunidad, durante el desarrollo de una capacitación le preguntamos a un ejecutivo: ¿cómo se sentía acerca de una situación desafiante? Él nos respondió con otra pregunta y una breve aclaratoria: “¿Te refieres a mis emociones? Soy economista y no pienso en las emociones”. Luego, cambió inmediatamente y con incomodidad el giro de la conversación.
Esta primera anécdota nos ilustra cómo muchas personas, en nuestros ambientes cotidianos, desconocen abiertamente el impacto, no sólo de sus acciones, sino también de sus palabras, las cuales efectivamente tienen un gran poder y efecto en el ambiente y las personas que nos rodean.
Autoconciencia externa
La autoconciencia externa implica comprender cómo nuestras palabras y acciones impactan a los demás. La mayoría de los líderes y compañeros de equipo con los que trabajamos no tienen idea de cómo sus comportamientos están afectando a sus colegas. Como resultado, es difícil para ellos reconocer y aprovechar las fortalezas que los convierten en un compañero de equipo productivo, así como identificar y corregir los comportamientos que impactan negativamente al equipo. Lamentablemente sin este conocimiento no se puede “hacer” equipo de forma efectiva, sin hacerse cargo y responsable de nuestras palabras.
Una forma de comenzar a desarrollar la autoconciencia externa es observar las reacciones de los demás durante las discusiones: ¿Alguien levantó la voz? ¿Dejó de hablar? ¿Hizo algún gesto particular? ¿Se levantó de la mesa? ¿Observé a alguien en específico sonreír? Podemos recoger información muy valiosa de esta manera, pero cuidado, también se debe estar consciente que podrías llegar a algunas conclusiones inexactas, hace falta práctica y experiencia. En estas situaciones, debes recordar que estás interpretando y analizando el por qué tus compañeros de equipo reaccionan de la manera en que lo hacen, y esas interpretaciones normalmente estarán influenciadas por tus propias creencias y experiencias personales.
Prestar atención a tu autoconciencia interna y entender cómo he llegado a las conclusiones iniciales en una situación particular, ayudará a mejorar tu liderazgo y te impulsará a generar los primeros pasos para el logro de una empatía real del fenómeno llamado “Comunicación y Escucha Activa”.
Un enfoque más efectivo es pedir a su equipo de trabajo, comentarios específicos y directos:
- ¿Qué estoy haciendo en las reuniones de equipo que sea útil?
- ¿Qué estoy haciendo que no es útil?
- Si pudieras cambiar una parte de cómo interactúo con el equipo, ¿cuál sería?
- ¿Cuáles son los casos en los que aprendo y me alineo más rápido con mi equipo?
- ¿Quiénes no participan por miedo a mis expresiones o por errores comunicacionales?
Esto puede parecer arriesgado e incómodo, pero es una forma práctica y efectiva para que puedas obtener datos precisos del impacto de tus palabras y acciones.
En términos de tiempo, debes evaluar cuidadosamente si es pertinente para la discusión en cuestión, solicitar comentarios en el momento, o si es mejor preguntar más tarde y de manera privada a cada miembro, en lo posible, intentando ser acompañado por un mentor o coach de negocios. Por ejemplo, en una conversación cara a cara con un colega de confianza, probablemente esté bien hacer una pausa y preguntar; sin embargo, en una gran reunión de equipo, hacer una pausa en la conversación para obtener comentarios personales puede ser perjudicial para lo que su equipo está tratando de lograr. Si te sientes en confianza te animamos aprender de tu equipo con estas preguntas reflexivas, sino puedes encontrar ayuda en un mentor o coaching que facilite la dinámica para que no existan riesgos de mal interpretación por parte del equipo y su líder.
Responsabilidad personal
Cuando hablamos de responsabilidad, normalmente pensamos en cómo responsabilizar a los demás; sin embargo, los líderes y compañeros de equipo eficaces están más centrados en hacerse responsables.
Al igual que la autoconciencia, esto suena fácil, aunque rara vez lo es. Cuando te enfrentas a un desafío o incomodidad ¿cuál es tú reacción natural? ¿qué es lo que haces en la mayoría de las oportunidades? En nuestra experiencia en diversos ambientes, organizaciones y países, comúnmente la respuesta que muchos de nosotros hemos establecido de forma automática, está conformada por diversos patrones poco saludables: culpar o criticar a los demás, defendernos, fingir confusión o evitar el problema por completo. ¿Te identificas con alguno de ellos? ¿Respondes tú también de esa forma en situaciones desafiantes?
Si un equipo no está trabajando bien en conjunto, es muy probable que algunos o todos los miembros del equipo estén contribuyendo a la dificultad de alguna manera; en ese caso, debemos motivar a cada persona para que asuma de forma individual, la responsabilidad personal de hacer que el equipo sea más eficaz.
Para avanzar en el camino de constituirte en un líder o compañero de equipo efectivo y responsable, es fundamental que asumas cómo parte integral de tu ser, las siguientes claves:
- Reconoce cuando hay un problema. A veces, esta es la parte más difícil porque preferimos apartar la mirada o hablar de lo ocupados que estamos. Resiste a la tentación de hacerlo y da un paso adelante
- Acepta que eres parte del problema; de esta forma estás contribuyendo directamente a su solución
- Asume la responsabilidad personal de resolver el problema
- Quédate con el problema hasta que esté completamente resuelto
Te podemos garantizar que un pequeño cambio de mentalidad tendrá un impacto directo en los comportamientos individuales y definitivamente tendrá un impacto positivo y de gran valor para todo el equipo.
Tomando acción
En una gran cantidad de equipos (los que operan de forma eficaz), una de las respuestas típicas a la frustración es: “mi compañero de equipo es molesto” “mi compañero no ejecuta y solo habla” “mi líder no se involucra”. ¿Te ha pasado? ¿Has dicho esto alguna vez o lo has escuchado de algún compañero? Sin embargo, en equipos eficaces, con verdaderos LÍDERES que impulsan al equipo en el camino de la mejora continua, cuando alguno de los miembros se frustra, estas son las actitudes y claves para avanzar:
- Explora tus reacciones considerando tus emociones, creencias y valores; y pregúntate: ¿qué específicamente está causando esta reacción? (autoconciencia interna)
- Considera el impacto que puede tener la situación en los demás, mediante la observación o la indagación (autoconciencia externa)
- Evalúa cómo estás contribuyendo a la situación y toma una decisión consciente sobre cómo reaccionar para mejorar los resultados del equipo (responsabilidad personal)
- Elabora un plan de acción y estrategias para responderte ¿cómo abordaras las relaciones de conflictos, desinterés o declaraciones que no ayudan avanzar a tu equipo.
- Formula dinámicas para valorar las percepciones del equipo y los retos que estos tienen en el ambiente de trabajo. (intenta ejecutarlo consecuentemente en el trimestre con la ayuda de un mentor o coach de empresas)
- Use los recursos de gamificación y legos serious play para lograr lazos e inter-relaciones fuertes entre cada uno de los miembros del equipo
Los equipos con los que hemos trabajado, han aprendido a operar de manera más eficaz al desarrollar y fortalecer estas capacidades clave: autoconciencia interna, autoconciencia externa, responsabilidad personal y tomar acción, Cambiar la forma en que procesamos la información y respondemos requiere no sólo de aprender estas nuevas habilidades, sino también demostrarlas durante el tiempo suficiente para formar nuevos hábitos.
Los compañeros de equipo eficaces creen que a veces hay que ir más lento para avanzar más rápido. Comprometiéndose en invertir mayor tiempo y energía en el desarrollo de estas habilidades básicas, que posteriormente les permitirán abordar de forma efectiva los difíciles retos, oportunidades y desafíos que debemos enfrentar cotidianamente en la empresa.
Ánimo, el camino del LÍDER no es fácil, sin embargo, tiene muchas satisfacciones; y ahora ya tienes en tus manos una hoja de ruta.! Es hora de avanzar.! Recuerda que puedes escribirnos tus dudas y solicitar nuestra facilitación para acelerar tus resultados:
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Simón Rausseo y Henry Rodríguez.