EMPRENDIMIENTO Y TRANSFORMACIÓN EMPRESARIAL PARTE V: ENTENDIENDO LAS TRES MIRADAS DEL EMPRENDEDOR
En los últimos meses hemos venido conversando sobre emprendimientos y sus desafíos, hemos analizado técnicas, herramientas, aspectos legales, y otros elementos que son muy importantes para nuestra audiencia. El día de hoy queremos compartir un tema que nos apasiona: ¿cómo potenciar la visión holística de un emprendedor? lo cual es un tema que comúnmente podría sonar trivial, pero definitivamente soporta muchos éxitos y fracasos ocultos en la historia del emprendimiento.
Entonces, ¿cómo entrenamos la visión holística?
Ver con los ojos
Normalmente pensamos que sólo vemos con los ojos y que así funcionamos comúnmente todas las personas, pero cuando vemos con los ojos estamos tomando únicamente imágenes que están alrededor sin ningún tipo de análisis o critica acerca de si lo que estamos viendo es verdad o no es verdad. Ejemplo: todos hemos escuchado (o incluso dicho) frases como estas: si yo lo veo debe ser verdad, si la TV lo presenta es verdad, si las redes sociales lo muestran es verdad. Lastimosamente nuestros ojos nos pueden engañar, y créanme que es muy fácil; resulta incompleta la mirada que hacemos sólo con los ojos, sin analizar, entender, profundizar; vemos sin intentar reconocer si es verdad o no.
Un emprendedor que está listo para iniciar su negocio puede caer en el espejismo de aceptar las cosas que ve, sencillamente porque las ve. Muchas veces nos preguntamos las razones por las que fracasamos y cuando iniciamos el proceso de revisión y análisis nos percatamos que el principal problema fue haber visto sólo con los ojos. Ejemplo: vieron a alguien más vendiendo algo, vieron algunos posibles clientes que pasaban por la calle, vieron que circulaba un alto volumen de vehículos en una zona particular, y en función de cualquiera de estas “observaciones” decidieron montar un negocio. Esta simple mirada la denominamos VER CON LOS OJOS SIN ARGUMENTOS DE LA RAZÓN.
Ver desde la razón
De igual forma podemos encontrar muchos emprendedores que ven desde la razón y se enfocan en entender si aquello que están observando tiene una razón de ser. Generalmente, cuando se observa desde la razón, intentamos ser objetivos aplicando la experiencia previa, alguna metodología, o cualquier herramienta que nos lleve a una posible explicación de lo que estamos viendo. En realidad esto puede ser positivo, pero también puede ser extremadamente negativo. Ejemplo: Cuando el fundador de WhatsApp, Brian Acton, decidió presentarse a un proceso de selección para trabajar en Facebook, una compañía que le ofrecía «una gran oportunidad para conectar con gente fantástica», al parecer, no encajaba en el perfil buscado por los responsables de la red social y fue rechazado. Lamentablemente su perfil fue observado con muchos juicios y sólo desde la razón.
Cuando sólo vemos desde la razón, puede que no nos percatemos de cosas que no tienen lógica y que adicionalmente no podemos enfrascar en nuestros pequeños cubículos del cerebro o en nuestro sistema operativo mental. Este elemento de la observación desde la razón sin equilibrio “nos puede llevar a perder una interesante experiencia que no estamos percibiendo en su totalidad”.
Muchos emprendedores intentan ver algo y se esfuerzan en darle un significado, coherencia y objetividad y al no lograrlo lo desechan, porque sencillamente no encaja en su raciocinio y lógica personal. Es por esta razón que muchos procesos de emprendimiento que incluyen innovación no son vistos de la misma manera que otras iniciativas más tradicionales, y al ser presentadas parecen ser muy obvias ante los ojos de los consumidores. Consejo: cuidado con rechazar las ideas que no vemos desde la razón.
Mirada desde el Corazón
Finalmente, con el mayor de los ánimos y sin miedo de que nos puedan tachar de patéticos, románticos o productores de películas de Disney, debemos decirles a nuestros emprendedores que deben aprender a ver desde el corazón, usar la intuición que tenemos, seguir más esas corazonadas, esos estímulos que crean empatía inmediata y nos hacen soñar, creer, percibir y pensar que podemos iniciar un negocio o asociarnos con otros. Esa mirada se puede presentar tanto para valorar un negocio u oportunidad, como simplemente al momento de elegir tu próximo socio personal o estratégico. La mirada del corazón también se hace presente cuando percibimos que algo nos da “mala espina”, es decir que tiene los argumentos lógicos, pero no los argumentos del conjunto de todas las visiones (ver con los ojos, con la razón y con el corazón).
Debemos cultivar el aprendizaje de las tres (3) miradas y usarlas equilibradamente en la operatividad de las actividades, eventos y tareas del emprendimiento, y ¿por qué no?, practicarla también en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. ¿Evalúa en qué situación de tu emprendimiento has visto algo más allá de los ojos, razón y el corazón? ¿Lograste identificar algo que resultó ser evidente?
Recuerda queAprendamos a ver de estas formas:
- Mira con el corazón a tus socios.
- Mira con la razón al mercado.
- Mira con los ojos a tu cliente.
Henry Rodríguez y Simón Rausseo