SEGUNDO ESPECIAL COACHING MIGRATORIO CÓMO ENTENDERLO Y APRENDER DE ÉL
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En el artículo anterior revisamos el delicado tema de la migración y el duelo ambiguo que se puede generar insospechadamente para nosotros, así como, el impacto a las futuras generaciones y la carga Biológica, Emocional y Psicológica que esta diáspora supone.
Ahora, abordaremos, ¿Qué se puede hacer para recuperarnos y gestionar el duelo generado por la migración?
He aquí algunas estrategias resumidas de nuestros mentores:
Reconocer que se está viviendo un duelo: El primer paso que debemos aplicar, es admitir el dolor y la tristeza de la pérdida, hablarlo con nuestra familia abiertamente, tanto la que está con nosotros como la que se ha quedado atrás. Darse un espacio para extrañar y llorar. Esto será un incentivo para dejar fluir las rabias, impotencias y miedos asociados a la migración.
Ir adaptando poco a poco la alimentación: Las costumbres alimenticias siempre nos acompañarán a cualquier país donde vayamos, crear nuevas recetas e inventar con los ingredientes que encontremos, nos ayudará enormemente.
Participar en actividades culturales o grupos de apoyo: Una de las claves de la migración europea en Venezuela, fue incentivar el sentido de asociatividad para crear un ambiente armónico, común y social donde se habla el mismo idioma. Encuentra y fomenta la asociatividad productiva, lingüística y cultural que ayude a establecer relaciones duraderas y transparentes.
Abre tu mente y corazón a lo nuevo con mucho respeto: Sin juicio de la cultura o personas del país, más bien agradece que seas bienvenido, que has tenido la oportunidad de llegar a ese país, sea lo que sea, mira al país receptor como un mundo de infinitas posibilidades. Jamás pretendas que sea la cultura del país la que se adapte a ti, aprende desde cero, descubre lo nuevo con los ojos de un niño, míralo como una aventura.
Evitar como Venezolano, colocar nuestras experiencias en el contexto histórico del pasado, Ejemplo: “Como ayudamos a otros países en la gesta independentista o en algún momento de crisis en particular”, debemos ser “compensados y tener rencor si las cosas nos salen mal”, no podemos poner eso en el contexto actual para mejorar nuestra percepción de país receptor o migrante; usemos la razón, la lógica y no la generalización de los actos pasados, siempre nos debe enaltecer el presente bien llevado, no el pasado que no vivimos.
Dale un espacio en tu corazón al nuevo país: Respeta y ama a tu nuevo país, a pesar de las circunstancias, simplemente reconócelo y aprécialo. Entiende sus raíces, agradece sin juicios, ni críticas y prométete a ti mismo dejar en alto el nombre de tu región.
Realiza los trámites para regularizar tu situación: Realiza todos los papeles para legalizar tu situación, además edúcate de ser posible, aprende una nueva actividad, aprende el idioma y la cultura del país.
No envíes dinero a tu familia: Hasta que seas capaz de tener el suficiente para cumplir con tus obligaciones legales (impuestos, seguridad social, alquileres, entre otros). Ahorra lo que puedas y cuando tengas el dinero suficiente envíale para que hagan alguna inversión que les ayude a proveerse a sí mismos.
Vive el menor tiempo posible de la ayuda: Muchos inmigrantes tienen que vivir de la ayuda que ofrecen algunos países receptores u organizaciones especializadas para las migraciones, procura que esa situación sea lo más corta posible (no intentes aprovecharte de los recursos del país y de esas organizaciones, porque dejas muy mal a tu país). En cuanto tengas los medios necesarios busca devolver lo recibido, ya sea con voluntariado o alguna causa social.
Deja de reunirte con personas de tu misma cultura para criticar o victimizarse: Procura en la mejor medida posible no reunirte con personas de la misma cultura que están acostumbrados a criticar, victimizarse, viendo únicamente el panorama negativo de la zona y de sus habitantes, reúnete con aquellos que te llenen de positividad y alegría.
Activa tu Networking Social: Procura estudiar, aprender, conocer, bien sea en cursos, carreras universitarias, escuelas públicas, o cualquier ambiente que permita conectarte con grupos de personas, ideas, conceptos o simplemente la región donde estás viviendo. Amplia tu red de grupos culturales del país donde resides, asociaciones sin fines de lucros, organizaciones especializadas y apóyalas con tu conocimiento y experiencia.
Si tienes familia en el lugar: Busca reunirte con ellos y mostrarle tu afecto y agradecimiento, expresa lo que sientes sin recriminaciones. Inyecta tu alegría y tu optimismo. Ayuda si puedes al que lo necesite.
Si migraste con tus hijos: Busca reunirte con ellos y hacer un FODA PERSONAL (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) y resaltar las áreas de mejoras que pueden lograr tus hijos en un nuevo país. Mostrarle tu afecto y agradecimiento por haber ayudado a la familia a migrar, Inyectará alegría y optimismo.
Agradece a la vida la oportunidad: Cada día date el tiempo para agradecer la oportunidad de reinventarte, de desarrollar todos tus talentos y de volver a empezar una nueva vida en los cuales puedes ampliar tu visión de vida con el conocimiento de otra cultura con sus valores y principios.
Si bien es cierto que todo proceso migratorio implica dejar atrás, amigos, familia, costumbres; también es cierto que implica el abrirse a algo más grande, reciclarse emocionalmente, ampliando nuestra conciencia y abriendo camino para las nuevas generaciones.